Valcárcel evoca en el pregón de la Semana Santa de La Unión la más pura tradición minera que “hermana saetas y marcha procesionales”

En este municipio, indicó, “se viven unas procesiones herederas de una cultura popular que aún hoy se hace presente en detalles tan propios como los carburos que llevan algunos penitentes”

El presidente regional tuvo recuerdos emocionados para los escritores Asensio Sáez y María Cegarra, con sus poemas dedicados al Cristo de los Mineros

“Las saetas salen del alma. Se escuchan en cualquier calle unionense, a la luz tenue de los tronos, y sobrecogen a todos por su sencillez, por su mensaje directo de amor a Cristo. Saetas que no podían encontrar un escenario mejor para ser sentidas, más que cantadas, que las calles de La Unión en el Jueves Santo”.

Con estas palabras, el presidente de la Comunidad, Ramón Luis Valcárcel, evocó la más pura tradición minera de la Semana de La Unión, en el pregón que pronunció hoy en la Iglesia de Nuestra Señora del Rosario de la localidad.

Valcárcel leyó un pregón con el que anunció una singular y tradicional “Semana Santa Minera” en la que saetas y marchas procesionales impregnan el sentir de los unionenses y de quienes de fuera de la localidad “compartimos esta expresión de fe que se reafirma cada año”, dijo Valcárcel.

El jefe del Ejecutivo regional realizó un repaso por cada uno de esos “mágicos y sentidos” momentos que viven cofradías y nazarenos en el pueblo de La Unión, “en una tradición tan arraigada y extendida por España, que no podía permanecer al margen en una localidad de tan hondo sentimiento y de tan rico pasado”. Es por ello que, recordó, “se han recuperado unas raíces seculares, volvieron a surgir con fuerza las procesiones en Semana Santa, la materialización de aquella devoción de los mineros hacia un Cristo que les daba su apoyo y su abrazo aun Crucificado”.

“Tener la plena conciencia de aquellos unionenses que bajaron a la mina bajo el amparo de un Cristo, su Cristo de los Mineros, y que hoy siguen presentes de algún modo en estos días que, un año más, os disponéis a vivir con intensidad y con fervor”, indicó.

El presidente regional mostró también a través de sus palabras su agradecimiento personal al tener la oportunidad, dijo, “no sólo de compartir estas procesiones como espectador, como devoto, sino que me brindan el alto honor de ser su pregonero, de contar en este sagrado recinto, las múltiples sensaciones de quien tuvo la suerte de ser nacido Nazareno, de quien aprendió a amar las tradiciones de su tierra, a estudiar una Semana Santa que, como cristiano emociona, como murciano atrae, y como historiador es motivo de admiración”.

Procesiones de Interés Turístico Regional

Porque las de La Unión, afirmó, “son unas procesiones cargadas de sentimiento. Herederas de una cultura popular que se arraigó en el sentir de las gentes y que aún hoy se hace presente en detalles tan propios como los carburos que llevan en sus manos algunos penitentes”.

Unas procesiones que, afirmó, “pese a las dificultades que ello implica, han sabido mantener su propia y diferenciada personalidad, sus rasgos propios y cautivadores, la profunda religiosidad de cuantos en ellas participan” y que le han llevado a conseguir ser declaradas de Interés Turístico Regional.

Son las saetas del Concurso Nacional y las marchas de procesión, muchas de ellas compuestas para las procesiones unionenses y parte ya de un rico patrimonio propio, las que, según señaló el pregonero, “romperán ahora el silencio de los nazarenos que marchen junto a Nuestro Padre Jesús Nazareno, la Santísima Virgen del Rosario en sus Misterios Dolorosos, la Virgen de la Caridad y el Cristo de los Mineros”.

Con todo ello, un año más, proclamó Valcárcel, “La Unión hará posible su Semana Santa Minera. Dará ejemplo de devoción, de amor a Cristo. Será fiel transmisor de su mensaje ante los hombres, de un mensaje que sigue vivo, más vivo que nunca, y que se hace patente en los primeros días de la primavera”.

Además, el presidente regional, en su pregón, también tuvo recuerdos emocionados para los escritores Asensio Sáez y María Cegarra, a los cuales evocó a través de sus poemas y escritos dedicados al Cristo de los Mineros.

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