Propone un Plan Social de Cultura y Empleo y llevar el flamenco al Conservatorio Profesional y las escuelas de música municipales
El Cante de la Minas es un patrimonio universal que la Región de Murcia tiene la responsabilidad de conservar e impulsar de cara al futuro. Pero para hacerlo no basta con declararlo Bien de Interés Cultural, o con reducir el apoyo al flamenco a un Festival que concentra en una semana el Presupuesto de todo un año. El Cante de las Minas tiene un origen claramente popular. Nació vinculado a los sones que los mineros y carreteros cantaban cuando iban de una cuenca minera a otra, buscándose la vida con sus cantes. Y esta vinculación del flamenco con la cultura popular es lo que constituye la auténtica levadura que ha hecho posible el Festival del Cante de las Minas.
Es evidente que sin artistas flamencos no habría Cante las Minas. Y el mundo del flamenco se ha visto tan afectado como el del cine y el teatro tras la implantación del 21% del IVA cultural. A esta política agresiva del Gobierno de España, se añade una política cultural de la Administración Regional que ha estado mal orientada y peor planificada. Se han destinado millones de euros a la programación de grandes espectáculos siguiendo el modelo del Festival SOS o los conciertos de la MTV, y como consecuencia de este despilfarro, se han producido serios recortes en el ámbito de la cultura, que han afectado a eventos tan emblemáticos de la cultura murciana como el Festival de Cuadrillas de Barranda, que lleva dos años sin financiación regional.
El municipio de La Unión y el mundo del flamenco se encuentran igualmente azotados por el paro y la precariedad, y la función de la cultura no es ocultar esta realidad, sino ayudar a transformarla. Para ello, es imprescindible apostar por el tejido social y cultural que constituye la verdadera fuente de nuestro patrimonio cultural. La cultura debe ser una herramienta de cohesión social, y puede ser también un nuevo yacimiento de empleos.
IU-Verdes propondrá en la Asamblea Regional la introducción del flamenco (cante y guitarra) en todas las escuelas de música municipales y en el Conservatorio Profesional de Murcia. Y además, propondremos que se elabore un Plan Social de Cultura y Empleo, donde la apuesta política sea la creación de nuevos puestos de trabajo en torno a la cultura. Plantearemos que se invierta en la formación y promoción de los artistas flamencos murcianos, con especial atención a los más jóvenes, y que esta inversión sea planificada desde la Consejería de Cultura. Invertir en la cultura no es lo mismo que organizar espectáculos. Es tratar a la cultura como un bien común, y apostar por la gente que dedicándose a ella realiza un servicio a la sociedad.