Cantó el Lebrijano y se mojó el agua

Casi cuatro horas duró la última gala del Festival

Patricio Peñalver

La Unión (Murcia) 13 ago (EFE).- Casi cuatro horas duró la última gala del Festival, cuyos carteles anunciaban a los cantaores Juan Peña "El Lebrijano", Nano de Jerez, Manuel Cuevas, y al bailaor Manolete, que no defraudaron a nadie: como en botica había un poco de todo.

El cantaor Juan Peña "El Lebrijano" cantó sencillamente muy bien. Hace ya bastantes años al escucharlo Gabriel García Márquez, dijo: "Cuando canta "El Lebrijano se moja el agua".Y ciertamente así sucedió. Comenzó con un precioso tema "En el soto" por bulerías con letra de García Lorca. Prosiguió con una serie de cantiñas, mirablas y unas excelentes alegrías de Córdoba.

Después de dar las buenas noches, dijo: "somos unos músicos muy modestos que lo único que pretendemos es que se lo pasen bien en este Festival que tanta gloria le ha dado al flamenco".

El cantaor venía muy motivado después de haber sufrido y superado un serio percance de salud.

Y concentrado, con una voz limpia y segura, a veces sobredimensionada, seguía cantando muy bien por siguiriya para rubricar su muy buena actuación por bulerías.

Le acompañaban la notable guitarra de su sobrino Juan Peña, las palmas y las voces de Juan Reina y Juan Sanjuan y la muy buena percusión de Agustín Henkel.

El baile ortodoxo y puro, sin más, lo puso el granaíno Manuel Santiago Maya "Manolete", acordándose del baile gitano de las cuevas del Sacromonte.

Comenzó con su carta de presentación: una impresionante farruca con sello ya muy propio y terminó con un no menos espectacular baile por alegrías. Al margen de modas, su baile clásico se percibe como una rotundidad muy moderna. El gran baile nunca pasa de moda, las modas sí.

Y Manolete bailó de manera extraordinaria, logrando levantar al público de sus asientos para despedirle. Le acompañaban las guitarras de Jesús Losada y Basilio García y le cantaron Johny Cortés y Pepe Jiménez "El Bocadillo".

Y como en botica, había cante y estilos para todos los gustos, y en esta ocasión le tocaba el turno al joven cantaor sevillano Manuel Cuevas, ganador de la "Lámpara minera" en 2002, que en La Unión se siente como en su segunda casa y desde el comienzo de su muy buena actuación se ganó al respetable.

Comenzó con una serie de cantes de Levante que quiso dedicar a los dos ilustres unionenses a los que el Festival homenajea a título póstumo en esta edición: el cantaor Pecho Cross y el pintor Asencio Sáez.

Manuel Cuevas interpretó los cantes de la tierra: la minera,la cartagenera y la taranta siendo jaleado por el público al rematar algunos de los tercios. Hizo una preciosa farruca y una malagueña del Mellizo que matizó muy bien. Y cantó el famoso tema de Manolo Caracol "Carcelero" a capella llegando hasta el último rincón del recinto, con una voz portentosa.

Y después de hacer unos alegres tangos y una buena siguiriya, terminó por fandangos. La evolución de este buen cantaor sigue en ascenso.

La parte festera la puso el cantaor Cayetano Fernández "Nano de Jerez", que trajo el inigualable compás de su tierra por bulerías. Cantó por tiento-tangos, por soleá al estilo jerezano y la soleá de Alcalá, y terminó su actuación con su peculiar fiesta por bulerías bailando con mucho salero de un lado a otro del escenario.

Así concluyó con éxito una larga gala que aunaba veteranía y juventud y diferentes estéticas flamencas, en la que había donde elegir, para dar paso a la verdadera esencia del Festival: los concursos de cante, toque y baile.EFE

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